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Sincrónico y asincrónico, variables para analizar el mundo del trabajo
11/11/2022
Gabriel Pereyra, Director de la Carrera de Lic. en Gestión de RRHH de la UCA y autor del libro Liderazgo en clave digital responde a propósito de los cambios introducidos por el trabajo remoto.
Talento & Empresa: ¿Por qué lo sincrónico y lo asicrónico son variables relevantes para analizar el mundo del trabajo?
Gabriel Pereyra: La virtualización y la globalización del mundo del trabajo colaboraron para romper la visión taylorista del trabajo como algo que se debe realizar en el mismo momento y en el mismo lugar. La división del trabajo en sincrónico y asincrónico permite que las tareas que puedan hacerse en forma asincrónica, se realicen en cualquier momento permitiendo a los colaboradores tener una mejor integración entre el trabajo y su vida personal. Muchos trabajan mejor de noche que de mañana, otros tienen hijos que tienen que cuidar y así son múltiples las singularidades que se puede contemplar con la asincronía.
Permite también el trabajo entre diferentes países y diferentes husos horarios lo que facilita aún más la globalización del talento.
Cuando hablamos de trabajo remoto o home working es fundamental tener en cuenta las variables sincrónicas -asincrónicas y la tarea en el mismo lugar o en diferentes lugares. Estas categorías sirven para organizar las políticas de teletrabajo y ordenar una modalidad que cada vez se impone más en el mundo laboral.
Talento & Empresa: ¿Cuáles son los problemas que puede acarrear una incorrecta evaluación de su importancia?
Gabriel Pereyra: En la actualidad hay muchas discusiones en las compañías por implementación del home working, por un lado muchos colaboradores reclaman mayor virtualidad y por el otro empleadores se muestran con mucho recelo y fuerzan la presencialidad. En muchos casos más producto de una limitación cultural que de una realidad objetiva que lo justifique.
Talento & Empresa: ¿Cómo se aplican esas variables al mundo de la producción a diferencia del mundo de los servicios?
Gabriel Pereyra: Estamos en una época en donde lo nuevo convive con lo viejo y muchas tareas todavía se siguen guiando necesariamente por sistemas de producción en línea o requieren forzosamente de la presencialidad. Por ejemplo, un repositor de supermercado tendrá que estar reponiendo la góndola en forma presencial y en el momento que la política comercial lo exige. Sin embargo, el avance de la tecnología cada vez más permite la descomposición de tareas que antes eran presenciales en virtuales y del mismo modo tareas que antes eran secuenciales en diacrónica. Las empresas deben estar muy atentas a esos avances y a revisar continuamente sus métodos de producción que les permita dar un mayor bienestar a sus colaboradores con el consecuente impacto positivo en los resultados del negocio.
Talento & Empresa: ¿Cuáles son las recomendaciones si uno quiere asumir este enfoque?
Gabriel Pereyra: Al analizar la implementación de trabajo híbrido, se vuelve muy importante el preguntarse acerca del propósito de trabajar presencial o virtual, el para qué necesitamos trabajar todos juntos de 9 a 18 o si tal vez pudiera trabajarse en horarios diferentes dando a los colaboradores la elección del horario que mejor le conviene.
La pregunta por el propósito o el por qué lo hacemos de esta manera ayuda a orientar las decisiones y las conversaciones con los interesados. Muchas veces, el mismo negocio nos marca claramente la necesidad de la presencialidad y es simplemente sentido común, otras veces la respuesta surge más desde el ego y la comodidad de trabajar con esquemas de control propios de otra época que resultan poco útiles si estamos pensando en retener al talento de la compañía.