Está claro que el teletrabajo trae muchos beneficios, sin embargo, ha cambiado significativamente la forma en que nos relacionamos, sobre todo porque disminuye el contacto interpersonal que muchas veces agrega valor a la tarea y enriquece nuestra experiencia.

En un contexto atravesado por la virtualidad, resulta sumamente relevante que seamos conscientes de la importancia de las relaciones y, sobre todo, aprender a nutrirlas fomentando un bienestar integral. Para hacerlo, debemos contar con líderes cercanos que, además de diseñar y ejecutar un plan comunicacional transversal y liderar proyectos, puedan estar cerca, responder inquietudes y fomentar espacios interactivos en los que los empleados participen activamente.

Existen numerosas plataformas propicias para recrear estos ámbitos, fortalecer vínculos y conectar con el equipo de trabajo. Una de ellas es Workplace, que es una red social. Además de ser un canal formal de comunicación interna es útil porque los generadores de contenidos son los propios empleados. Allí se pueden compartir desde logros personales y del equipo, noticias relevantes, capacitaciones, actualizaciones de protocolos, videos en vivo desde los locales  y reconocimientos, hasta una comunicación del Director general. El objetivo es que todos tengan un espacio para conectar con cualquier integrante del equipo y también para expresarse.

En este sentido, lo que desde mi experiencia siempre me ha dado buenos resultados es establecer una agenda de reuniones dando espacios y respetando los tiempos sin excedernos ya que puede terminar siendo contraproducente y generando cansancio en los equipos. Las reuniones no deberían extenderse más allá de 45 minutos o 1 hora para poder tener una pausa intermedia.                      

Por otro lado, los humanos somos seres sociales y necesitamos del reconocimiento del otro. En Burger King, por ejemplo, la cultura se basa en la colaboración, lo cual permite generar lazos de confianza y potenciar el trabajo en equipo, incluso estando en la virtualidad. Allí es donde resulta interesante que sean los propios empleados, de acuerdo a sus fortalezas, quienes capaciten a otros en diferentes temáticas compartiendo sus conocimientos y experiencias y se reconozcan mutuamente.

Otro aspecto necesario en esta época de virtualidad es respetar los horarios de descanso, como el de almuerzo o jornada laboral en sí. Tenemos la difícil tarea de establecer una frontera claramente delimitada entre la vida privada y la profesional que se  desarrollan en el mismo espacio físico. Asimismo, tener una rutina con horarios pre- establecidos, no solo permite una planificación en el ámbito laboral, sino facilitar la organización familiar. Uno de los aspectos más valorados por los empleados es la empatía de los líderes para entender, acompañar y cuidar a su equipo en función de las diferentes realidades personales y familiares.

Para la compañía a la que pertenezco no hay nada más importante que nuestros colaboradores se sientan cómodos, reconocidos e informados, por lo que trabajamos constantemente para brindarles la confianza y seguridad necesaria en pos de seguir creciendo juntos. Sin duda, este escenario marcará un antes y un después, donde deberemos aprender a combinar el trabajo remoto y los encuentros presenciales, buscando entre ambos un equilibrio para mejorar la experiencia de todos.