Para cumplir con el objetivo de brindar una excelente Customer Experience (CX), definitivamente, hay que conocer al “cliente”, saber qué busca, qué le gusta, cuál es su pasión.   En una organización, el principal cliente es el colaborador, por eso en Recursos Humanos (RH) se habla de Employee Experience (EX) y los líderes del sector tienen que saber cuáles son las necesidades, las metas de cada persona que trabaja en la empresa, qué los motiva.

En este nuevo escenario, en el que la organización valora a cada integrante individualizándolo, es válido saber qué hace el colaborador en su tiempo libre, qué le gusta, cómo se relaja, cómo despliega otras habilidades que -aparentemente- no tienen relación con lo laboral.

Por esta razón, al momento de hacer búsqueda de talentos, las empresas proponen mencionar los hobbies en el CV, las actividades que la persona desarrolla en su tiempo ocioso.

Diversificar los hobbies ayuda a entrenar la creatividad, a ampliar las perspectivas, ya sea que se trate de aprender un idioma o a tocar un instrumento musical, practicar un deporte, danza o hacer meditación; todo influye en mirar el mundo desde otro lugar, apelar a otra sensibilidad, explorar otras realidades y percepciones.  Conocer los hobbies de los colaboradores contribuye a entender mejor a cada persona, sus gustos y motivaciones, así como a valorarlo y estimularlo mejor.

Los hobbies hablan de la persona y, definitivamente, en una búsqueda laboral contribuyen a distinguirse del resto de los candidatos.  En los hobbies se descubren habilidades blandas (sociales, de interrelación, liderazgo, etc.) rápidamente como, por ejemplo:

Capacidad analítica (ajedrez, crucigramas, puzles,).

Creatividad y observación (fotografía, dibujo, pintura, producción audiovisual, jardinería -análisis del suelo, la incidencia del sol, qué especies van en cada lugar-).

Trabajo en equipo y liderazgo (deportes en equipo, voluntariado).

Pensamiento estratégico (Rubik, TEG, Back Gammon).

Facilidad con las nuevas tecnologías (fotografía, video, producción musical, podcasts, instagram).

Autosuperación, perseverancia (deportes individuales: tenis, natación, maratones).

Coordinación, memoria, disciplina (artes plásticas, baile, música, artes marciales, cocina, bar tender).

Comunicación y organización de ideas (producción escrita, audiovisual, blogs).

Concentración y autocontrol (yoga, artes marciales, actividades culinarias).

Orden y responsabilidad (deportes, baile, producciones escritas, voluntariado).

Desde luego, incluir o no los hobbies en un CV dependerá del perfil de la empresa, del puesto que se quiera cubrir y del propio perfil del postulante, de las actividades que haga en sus momentos de ocio.