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Grupo Mitre: un caso de equidad de género y visión de triple impacto

11/1/2023

Grupo Mitre: un caso de equidad de género y visión de triple impacto

Se trata de una pyme del sector de demoliciones que recientemente fue distinguida por Premios Flor por su valoración y gestión de la diversidad y la inclusión social.

Grupo Mitre es una empresa de 38 años, en el rubro demoliciones, fundada por Miguel Ángel Ippólito. Hoy es dirigida por su hija Julia Blengino, su hijo Miguel Ippólito y por Maximiliano Mauriño, hijo de un amigo de toda la vida del fundador.

Esta empresa familiar está certificada por Sistema B por sus acciones en relación con el triple impacto y la economía circular, un camino que se inició en sus mismos comienzos. “En aquellas épocas ni existían esas palabras, pero la semilla ya estaba. Se comenzaba una obra y se recuperaba el material, y había un enfoque de la economía circular y de buscar una nueva vida para todo lo que se iba sacando de las obras, desde darle una reubicación a la tierra, una nueva oportunidad a una puerta de madera antigua o volver a introducir en el circuito de la construcción el hierro que se podía rescatar”, detalla Julia Blengino.

Otro de los principios de la dirección de Grupo Mitre pasa por la capacitación. Es un rubro donde gran parte del conocimiento se aprende en la práctica misma y en la actividad diaria. “Es central para nosotros todo lo que tiene que ver con el crecimiento profesional de los colaboradores, a medida que se van incorporando nuevas personas a la empresa, con nuevos puestos”, expresa Blengino. “Pensemos que no hay una carrera universitaria de demolición, entonces los conocimientos sobre construcción, al integrarse a una empresa de demolición, se van adquiriendo a través del oficio. Es una tarea importante de transmisión del saber en lo nuestro, que es tan específico”.

En términos de inclusión, la industria de la construcción es muy masculina en su composición y especialmente en lo que tiene que ver con el manejo de maquinaria, por eso es muy importante el modo en que evolucionó la presencia femenina en esos puestos de trabajo. Gabriela Mattia ingresó en 2014 a Grupo Mitre como profesional del área de Seguridad e Higiene, pero siempre le gustó la posibilidad de operar máquinas. Se lo ofrecieron inicialmente en 2018 y no aceptó –“pensé que ya estaba grande para ponerme a aprender algo nuevo”, recuerda–, pero en 2020, ante una nueva oferta, dijo que sí y hoy es operadora de retroexcavadora sobre orugas y de robots de demolición. “Cuando yo ingresé, era la única mujer que había en el área de Seguridad e Higiene, pero hoy la mayoría son mujeres”, puntualiza Gabriela Mattia. “Yo, particularmente, cuando empecé en el rol de maquinista, no tuve problemas porque conocía a la empresa de arriba abajo, así que para mí fue muy sencillo iniciarme como maquinista, y ahora hay un montón de jefas de obra, aunque por el momento en la operación de máquinas estoy yo sola, pero vamos por más”. En cuanto a posibilidades futuras, Mattia afirma que no tiene barreras en la empresa y que su idea es seguir capacitándose. “Hay un montón de máquinas en Mitre para manejar, que se me hace agua la boca. Hay un abanico inmenso y Mitre siempre nos dio la oportunidad de aprender. Incluso yo estuve capacitando a chicos para que manejen el robot. Siempre tenés un espacio para estudiar”.

Detectan un gran interés en la sociedad por incorporarse a estas tareas y Grupo Mitre está pensando en un plan de capacitación dirigido a personas de fuera de la empresa, así como en promover la inclusión en la industria en general. “Mitre tiene algo muy importante y es que trabaja directamente con la Cámara de la Construcción”, apunta Lucía Copparoni, responsable del área de triple impacto de la empresa, abarcando todo lo relacionado con sustentabilidad, medioambiente y el eje social, incluyendo equidad género, diversidad e inclusión. “No solo trabajamos internamente, sino que queremos romper las barreras de las otras empresas de la construcción y ser una especie de guía para otras personas que quieran empezar a cambiar esta cuestión en sus respectivas empresas. Con respecto a lo que es el impacto social, no nos quedamos solo con el hecho de mejorar la situación de las personas, que eso es muy importante, sino que queremos también que ellos se desafíen y, cuando aparecen nuevas inquietudes, darles la oportunidad, capacitarlos y entrenarlos para que en un futuro eso también les sirva a ellos, siempre pensando en que Mitre no es el fin, sino que también es algo que los puede llevar a apuntar a más”.

Entre los planes para este año, Grupo Mitre plantea el trabajo en inclusión, sumando a personas que tienen ciertas barreras para acceder al empleo. “Estamos empezando a incorporar la búsqueda en bolsas de trabajo con impacto social que tienen algunos municipios y también la Ciudad de Buenos Aires”, comenta Lucía Copparoni. “También estamos por incorporar una bolsa de empleo para mujeres que han sufrido violencia de género, donde lo más importante es poder darles una seguridad económica para que puedan salir de esta situación. Además estamos fortaleciendo el programa para terminar el secundario dirigido a todos los colaboradores”.

La posibilidad de abrir a la sociedad la capacitación en demolición es también un plan de la empresa. “Es un proyecto ambicioso y a largo plazo que tenemos pensado con muchas ganas, pero hay que dar pasos firmes. Sería muy bueno para la sociedad y le daría la posibilidad a muchísima gente de encontrar una salida laboral que le permita un desarrollo personal y económico”, finaliza Julia Blengino.

 

Foto: Julia Blengino, Lucía Copparoni y Gabriela Mattia.