El cometer errores es parte de la naturaleza humana. A todos nos pasó, nos pasa y nos seguirá pasando. Sin embargo, existe esta exigencia (a veces autoimpuesta, a veces no tanto) de lograr un cierto nivel de perfeccionamiento en el desarrollo cotidiano de las actividades laborales, lo que trae aparejado el miedo a equivocarse y, sobre todo, a las consecuencias de nuestros errores. 

“Los errores son vistos culturalmente como algo malo, pero siempre permiten aprender y mejorar en muchos aspectos para no volver a cometerlos. Esto puede ser más reconocido en la vida privada de las personas, pero incorporarlo a la vida empresarial y la organización corporativa no es una tarea sencilla. El primer punto debería ser entender por qué se cometió algún error, para levantar el aprendizaje y, desde ahí, evitar volver a cometerlos. Puede ser falta de atención, negligencia o mucho volumen de trabajo, por ejemplo. Y - más ahora al incorporar a las compañías los errores inteligentes- cuando se persigue la innovación, este tipo de errores permite descubrir caminos disruptivos o iniciar productos o negocios de avanzada”, reflexiona Silvia Barreira, HR Director Argentina y Chile en Dentsu Aegis Network.

“La forma en que la empresa trabaja internamente ha cambiado y seguirá cambiando, a medida que evoluciona nuestra manera de hacer negocios. En este proceso, el impulso a la innovación y la creatividad es fundamental. Y esto requiere de equipos ágiles y responsables para responder a la velocidad de los cambios en el mercado y los consumidores. La experimentación no es solo deseable sino necesaria”, señala Simone Grossmann, Head of HR en Coca-Cola Latam Operaciones Sur.

Por su parte, Agustina Pacin, Líder de Talento Humano en Bayton Group, comenta: “En Bayton invitamos a los líderes a pensar y diseñar proyectos inter áreas sobre algunas temáticas que nos involucran a todos, como liderazgo, innovación y gestión. Teniendo en claro el propósito, estos equipos han sido capacitados en Design Thinking, para navegar en un mar de posibilidades con la libertad de elegir cómo llegar a destino. En el viaje surgieron dudas, errores, desvíos y vueltas atrás que empoderaron a los líderes que los superaron, se animaron a avanzar sus proyectos en contextos inciertos, aprendieron de los errores y adquirieron nuevas habilidades. Salir de la zona de confort no fue placentero, pero experimentar que es posible hace que valga la pena intentarlo nuevamente.  Hoy en un mundo en constante cambio es fundamental que los conceptos de liderazgo, innovación, gestión y desarrollo sean y estén presentes en toda la organización”.

“Más allá de ver cómo preparamos a nuestros líderes o Managers para no castigar el error y tomarlo como aprendizaje, lo principal es desarrollar una organización con cultura de ‘aprendamos todos’ y no de ‘castiguemos el error o a quien lo cometió’. Esta cultura debe ser abierta y capaz de reportar periódicamente los errores, para poder analizarlos, cualquiera sea su escala, y buscar oportunidades para experimentar a causa de ellos. La cultura de la compañía no debe penalizar y mucho menos silenciarlos o esconderlos”, puntualiza Silvia Barreira.

En línea con esto, Simone Grossmann detalla: “Desde hace unos años, estamos capacitando a los asociados de la Compañía en metodologías ágiles de trabajo; los líderes están implementando principios que hagan viable esta forma de operar y hemos formado equipos multidisciplinarios que funcionan bajo esta metodología para atender las prioridades estratégicas. Las mejores prácticas se comparten a través de herramientas digitales y eventos comunitarios en toda la organización. Como parte de esta dinámica, promovemos el lema de ‘make it happen’, que permite a los empleados tomar riesgos inteligentes y ser dueños de los resultados, incluso celebrando los fracasos innovadores a través de reconocimientos a la innovación. En Coca-Cola, nos convertimos en una organización en red, interconectada en la que las diferentes funciones se entrelazan a nivel regional y global”.

“El desarrollo de programas de liderazgo y de comunicación son las mejores herramientas para los líderes y sus equipos. El desarrollo de una cultura de honestidad y confianza es la base; promover los debates en el equipo para entender cómo salir de ese error, repararlo y no volver a cometerlo; permitir el ‘todos lideramos’, ya que no siempre el líder es el que está preparado técnicamente para reparar ese error”, opina Silvia Barreira. Y concluye: “El problema pienso que aparece cuando la cultura de la empresa es la contraria, y lo que se busca es castigar el error y quien lo cometió. Normalmente, estas compañías son identificadas por los empleados como tales, y el miedo que produce tratar de evitar el error es lo que finalmente más lo provoca, generando poco compromiso en el empleado y un recambio permanente en la gente”.

Participaron de esta nota:

Silvia Barreira, HR Director Argentina y Chile en Dentsu Aegis Network

Simone Grossmann, Head of HR en Coca-Cola Latam Operaciones Sur

Agustina Pacin, Líder de Talento Humano en Bayton Group.