Un conflicto de rol en un entorno laboral ocurre cuando las demandas o exigencias del trabajo son incongruentes, incompatibles o contradictorias entre sí. El colaborador percibe expectativas divergentes dentro de la organización sobre qué hacer, cómo conducirse; se enfrenta con desajustes entre las demandas y los recursos para satisfacerlas, o siente conflictos con su sistema de valores y creencias, o entre distintos roles individuales que se le proponen. Cualquier conflicto de rol afecta negativamente el logro de los objetivos de la organización y disminuye la satisfacción del trabajador. 

Hay diferentes tipos de conflicto de rol:

Conflicto persona-rol: ocurre cuando las exigencias y demandas del rol son incompatibles con los valores y necesidades de la persona que ocupa la posición. 

Conflicto inter-rol: ocurre cuando las personas desempeñan muchos roles en forma simultánea, con exigencias que son incompatibles. Esto sucede en muchos casos cuando un trabajadore recibe órdenes o instrucciones de varios superiores jerárquicos que no están coordinados entre sí.

Conflicto medios-fines: Se trata de la incompatibilidad entre las demandas y los recursos disponibles. 

Las diferentes causas del conflicto de rol pueden ser 

La ambigüedad de roles: La ambigüedad de roles ocurre cuando no está bien definido el puesto, quizás por un proceso de transformación que transita la compañía o por cambios en el contexto que desdibujan el sentido del rol. El colaborador no sabe bien qué debe hacer, cómo, cantidad de trabajo esperada, calidad del trabajo, tiempo asignado. Se descubren tareas superpuestas, como cuando varios empleados producen el mismo trabajo. 

Sobrecarga del rol: Esto sucede cuando un empleado tiene más responsabilidades de las que puede manejar de manera efectiva. Es la consecuencia de añadir tareas que no forman parte de las funciones propias del rol. La distribución de tareas no aparece como equitativa y se producen desajustes en la relación entre colaboradores en su relación de proveedor-cliente, estrés y desaliento por no poder 

Cambios organizativos: Reestructuraciones, cambios en la política o procedimientos que alteran las expectativas y responsabilidades de los roles, generando conflictos hasta que se estabilicen.

Interferencias de roles externos: Expectativas o demandas provenientes de fuentes externas (como clientes o proveedores) que interfieren con los roles internos de la organización.

Cómo se puede dar claridad al rol

Una buena y exhaustiva descripción de un rol puede incluir: Tareas, entregables, procesos, metas y KPI.

• Describir claramente los comportamientos esperables de quien ejerce ese rol.
• Establecer criterios claros de evaluación del desempeño.
• Ofrecer la capacitación necesaria y los recursos adecuados para un desempeño satisfactorio del rol.
• Explicitar los valores corporativos y mostrar claramente cómo se alinea el rol con la cultura de la organización.
• Realizar evaluaciones periódicas del rol y su desempeño para identificar áreas de mejora y ajustar las responsabilidades según sea necesario.
• En caso de que el rol necesite de ajustes para adaptarse al contexto, estar dispuesto a revisarlo y modificarlo.
• Mantener canales de comunicación abiertos y realizar un feedback frecuente.