Jorge H. Habif, Director de Recursos Humanos - La Caja

Yo creo que, más allá de acciones puntuales para reducir el estrés, se debe trabajar para que el clima organizacional de la compañía sea muy bueno, descontracturado y libre de estrés.

Pueden existir diferentes acciones, como programas de bienestar, espacios de reflexión, actividades y charlas al respecto, pero si estructuralmente la compañía no tiene una clara decisión y convicción de poner foco en mejorar el clima, ninguna acción será suficientemente útil o quedarán en un plano muy superficial.

Desde la alta gerencia y atravesando todos los niveles de liderazgo, aparece la responsabilidad de crear un entorno favorable para que las relaciones humanas se fortifiquen eliminando situaciones tóxicas o estresantes

 

Eduardo Laporte, Director de Recursos Humanos - RATP Dev Argentina (el grupo RATP es operador del metro de París y en Argentina participa de la licitación por la operación del Subte de Buenos Aires).

Para reducir el estrés es necesario que los colaboradores puedan trabajar con un buen clima laboral. Esto implica asegurar las condiciones físicas de seguridad y un buen ambiente recreado especialmente por managers conducidos por buenas prácticas basadas en el reconocimiento y la estimulación; equipos motivados; participación y comunicación permanentemente con amplio sentido de escucha. El buen trato de los colaboradores debe primar junto con la seguridad para garantizar un buen ambiente de trabajo y esto contribuirá a reducir el stress.

 

Lorena Loustau, Consultora para Whalecom, Experta en mindfulness y Coach

Una de las primeras cosas que tiene que saber un líder es que no a todos los miembros de su equipo los estresan las mismas cosas y, por lo tanto, el modo de reducir el estrés tampoco es igual para todos

Las personas no nos estresamos por lo que nos sucede sino por cómo nos relacionamos con lo que nos sucede y eso ocurre de un modo muy particular para cada uno. Frente al mismo hecho algunas personas se estresan y otras no.

Los líderes que son cercanos, que escuchan activamente y generan una comunicación abierta y donde prima la confianza, pueden acompañar más efectivamente a sus colaboradores a gestionar las respuestas emocionales y corporales que se disparan, en automático, frente a situaciones que los estresan.  Muchas veces ayudarlos a tomar conciencia de esas respuestas reactivas es un gran aporte, ya que reconocer los síntomas de estrés tempranamente permite comenzar rápidamente a desactivar estas respuestas que en general suceden fuera de nuestra conciencia.

¿Y cómo se desactiva la respuesta automática al estrés? Como decíamos antes, no hay una sola respuesta. Cada quien, experimentando, deberá encontrar la propia respuesta.

Las empresas hoy procuran dar a sus colaboradores recursos para combatir el estrés y, con el respaldo de las investigaciones en neurociencias, propiciar prácticas de mindfulness, yoga, ejercicio físico, pausas para “mover el cuerpo” en algún momento de la jornada laboral, paseos cortos con contacto con la naturaleza. Hoy el ya famoso “ayuno de dopamina“ de Silicon Valley, que propicia la desconexión total por un día de las redes y la tecnología, persigue el objetivo de desintoxicar y resetear el cerebro para liberarlo del estrés

Muchas empresas llevan estas prácticas dentro de la rutina laboral diaria:

• incluyen pausas planificadas (soportadas en apps en el celular o en la computadora);
• inician las reuniones de equipo con meditaciones cortas, prácticas de respiración consciente o de presencia plena en grupo;
• en determinados momentos de los proyectos ejercitan la escucha activa;
• definen el tiempo de sus actividades considerando el tiempo de atención del cerebro e implementan recursos para reenfocarlas;
• tiempos de juego, actividades lúdicas en la jornada laboral;

Además:

• hoy el calendar permite pautar reuniones más cortas de 20 minutos.
• planificar tiempos para hacer foco es de mucha importancia, ya que cada vez estamos más sumergidos en la distracción.

Considerando los valiosos aportes de la neurociencia para mantener sano el cerebro y felices a los colaboradores, Microsoft Japón se atrevió e hizo una prueba piloto, redujo la semana laboral a 4 días, lo que aumentó la productividad de sus trabajadores en un 40%. ¡Es una excelente noticia!

Desde otro ángulo, considerar espacios que favorezcan la socialización, sin olvidar que el cerebro es un órgano social y necesita conectarse con otros -solo hacerlo por la tarea genera sentimientos de aislamiento - es también una medida de probada eficacia.

Las empresas que se atreven en esta línea y son más innovadoras, salen de las fronteras de la organización y generan intercambios con la comunidad cercana para hacer acciones de servicio solidario. Esto, crease o no, es un excelente antídoto para el estrés. “El líder social” (una nueva tendencia que se dibuja clara en las investigaciones de gestión de talento) que cuida que sus decisiones impacten positivamente no sólo en su gente dentro de la empresa sino también fuera en la comunidad cercana, genera climas de trabajo sanos, donde la compasión está presente con colaboradores felices con altísimo compromiso y que suelen ostentar los índices de productividad más altos.

 

Florencia Rodríguez Girado, Head de Glue Executive Coaching

Hoy en día la mayoría de las organizaciones buscan elementos y espacios para generar bienestar al personal, como por ejemplo las salas de recreación o espacios de yoga o meditación. Todos estos servicios y beneficios resultan interesantes para las compañías, pero una muy buena medida para reducir el estrés en las organizaciones es recuperar espacios de conversaciones en donde los líderes y también Recursos Humanos puedan escuchar, contener y ayudar a los colaboradores.

Lo fundamental es conocer al colaborador, entender qué ciclo de vida está viviendo, qué situación personal o laboral está atravesando, saber qué lo preocupa o alegra. Todo esto da un mapa para prevenir situaciones de stress y lo interesante de lograr el bienestar es trabajar en la prevención.

Es importante para esto que los líderes estén preparados y que cuenten con herramientas para abrir estos canales de comunicación, ya que cuando se generan conversaciones se crean oportunidades, pero también hay cierta expectativa del colaborador en lo que vaya a suceder. Este trabajo en red, con la escucha activa como base, puede abrir nuevas posibilidades para las empresas, pero, sobre todo, puede generar situaciones para que los colaboradores la pasen mejor y eso repercute en mejores resultados.

Muchas veces lo que sucede es que los propios líderes no fomentan conversaciones con sus equipos porque no las han tenido con ellos mismos o con sus superiores, por eso es importante acompañar a los líderes para que ellos a su vez acompañen a los colaboradores y se puedan prevenir situaciones de stress y minimizar malestares.