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Columna: ¿Cómo será el empleado del futuro?
18/10/2019
Por Cecilia Rodríguez Pereira, Directora de Recursos Humanos de IBM para Argentina y Uruguay.
Desde la comunicación por parte de IBM en el 2014 sobre el inicio de la Era Cognitiva, estamos viendo que la transformación digital está modificando las industrias, las formas del trabajo y las formas del pensamiento. Nuevas maneras de trabajo requieren de nuevas formas de pensar y liderar. Las tecnologías de vanguardia y competencias como Cloud, Analítica, Internet de las Cosas, Blockchain, Inteligencia Artificial, Seguridad, Agile y Design Thinking modificarán el “saber” tal como hoy lo conocemos, pero fundamentalmente la forma de “hacer”, de “pensar” y de “liderar” las organizaciones del futuro. Esto abre un mundo de oportunidades, donde aprender a reaprender y tener un modelo mental flexible, resiliente y curioso serán clave para el desenvolvimiento en el mercado del trabajo futuro. Tener una mente de crecimiento (growth mindset) será fundamental en la formación de los niños, pero también a lo largo de la vida, para desarrollar capacidades continuamente, poder operar nuevas tecnologías y construir el que en IBM denominamos “Talento a prueba de futuro”.
Se abrirán sin dudas nuevas profesiones, algunas de las cuales hoy ya tienen una alta demanda, pero también sabemos que producto de las nuevas tecnologías, se crearán profesiones que hoy ni siquiera somos capaces de imaginar. Nacerán nuevos roles, ya sea basados en las mejoras tecnológicas, en las nuevas capacidades humanas y también especialistas en nuevas tecnologías. Un estudio de 2018 del WEF (The Future of Jobs Report, World Economic Forum, 2018), menciona que para 2022 encontraremos profesiones como Analista de Datos y Científicos de Datos, Desarrolladores de Software y Aplicaciones, Desarrolladores de Comercio Digital y Especialistas en Redes Sociales, que estarán fuertemente vinculadas a las mejoras en la tecnología.
También encontraremos profesiones como Trabajadores en Servicio al Cliente, Profesionales en Ventas y Marketing, Facilitadores en Desarrollo de Personas y Cultura Organizacional, Especialistas en Desarrollo Organizacional y Gerentes de Innovación, serán profesiones clave apalancadas en capacidades humanas. No sólo implicará la gestación de estos roles con una nueva aproximación, sino que también su demanda se acelerará significativamente en el corto plazo.
Finalmente, una variedad de nuevos roles surgirá como parte de las tecnologías emergentes creando profesiones como Especialista en Inteligencia Artificial y en Machine Learning, Especialista en Big Data, Expertos en Automatización de Procesos, Analistas de Seguridad e Información, Diseñador de Experiencia de Usuario o Diseñador en Interacción Humano-Tecnología, Ingenieros en Robótica y Especialistas en Blockchain, entre otros.
En este proceso de transformación digital y cultural, las empresas tienen un capítulo relevante que desarrollar. En primer lugar, se trata de una triple transformación en la que convergen tres disrupciones al mismo tiempo, de negocios, de talento y de experiencia. Así pues, las empresas deberán desarrollar su nuevo modelo de negocios en un contexto complejo, donde es difícil saber de dónde provienen sus nuevos competidores, quiénes son o cómo nacen. Por otra parte, requieren re-entrenar y convertir su fuerza de trabajo actual para poder desarrollar las tareas que el negocio futuro requerirá, esto en un contexto de mayor presión por los resultados, mayor necesidad de aceleración en el proceso, mayor flexibilidad y agilidad en la estructura organizacional, procesos, toma de decisiones y estrategia, y por sobre todas las cosas, entendiendo que la experiencia del usuario y el “engagement” son una ventaja competitiva en la actualidad.
En un estudio desarrollado por el IBM Institute for Business Value en 2018, hemos identificado que las empresas que puedan reconvertir su fuerza de trabajo y desarrollar estas nuevas capacidades, tendrán grandes oportunidades en el futuro. Así identificamos tres pilares claves para su ejecución: una visión, una cultura y una operación basada en modelos ágiles. El liderazgo debe tener una visión clara e inspiradora sobre la propuesta de valor, la cultura deber generar un sentido compartido donde todos sientan que son una pieza clave y parte de la transformación, y una operación como un conjunto integrado de capacidades y procesos alineados con el nuevo contexto. Así observamos que en el mercado tenemos empresas Reinventoras, Practicantes y Aspirantes en la ejecución y desarrollo de estos tres pilares. Básicamente los reinventores están en un proceso de ejecución de más del 70% en cada categoría de avance, los practicantes del 50% y los aspirantes del 30% o menos. El mundo está cambiando a una velocidad a la que nunca lo había hecho, y no volverá atrás. Por esto, las empresas debemos acelerar el proceso de reinvención personal, cultural y de liderazgo acorde a las nuevas necesidades.